viernes, 4 de mayo de 2012

¿Por qué en el último minuto?

Pues obviamente porque el blog ha sido creado en el último minuto antes de la segunda clase de Managing IT & Innovation. Pero la realidad es que es algo que he aprendido en lo poco que llevamos de máster: siempre espero al último minuto. También he aprendido a no criticarme a mi misma por ello, cumplo las deadlines, no quiere decir que trabaje menos o esté menos interesada -aunque sé que, a veces, puede dar esa impresión- sino que en mi interior siempre creo que en el último momento puede aparecer la mejor idea ¡y a veces pasa!Además de la razón evidente, esta frase también me define porque en el último minuto de mi vida es probable que haya pasado por casi todos los estados de ánimo, haya empezado varias tareas a la vez y se me hayan ocurrido un par de ideas para un problema que antes no conocía que existía. Mis mejores amigas dicen que soy hiperactiva; es un calificativo un poco extraño para una persona que duerme de media 10 horas (o las dormiría si tuviera tiempo), pero sí que creo que soy una especie de hiperactiva mental. No es que este continuamente teniendo grandes ideas, pero la mayoría de los días me digo a mi misma un par de veces: "¿cómo he acabado pensando en esto?".
La última razón para "en el último minuto" es esa dosis de adrenalina que se tiene en el cuerpo en el último momento antes de que ocurra algo: un examen, una presentación, una cita o una reunión de amigos a los que hace mucho tiempo que no ves. Esa adrelania es la que me da vida (y la que me la quita).
Está claro "me va la marcha" y "me pone" la incertidumbre en el último minuto.