miércoles, 23 de mayo de 2012

Más que nunca en primavera

Hola a todos, comenzaré avisando que esta entrada no tiene nada que ver con el MBA. Una vez dicho esto, ¿alguien más odia la primavera? Se supone que es una época preciosa, en la que la gente, sobre todo las chicas, renueva vestuario, aprovecha las horas muertas - y las no tan muertas - en las terracitas y se prepara con la odiosa "operación bikini".
Yo llevo 5 días casi sin poder salir de casa por la alergia al polen que me acompaña desde la adolescencia, además, desde hace unos 4 años, todos las primaveras o veranos tengo un ataque de reacción alérgica a "no sabemos qué es pero deja de comer X por si acaso", que me genera una urticaria por todo el tronco y cuello. El primer año, me dijeron que dejara de comer melón (mi fruta favorita) porque pensaron que sería eso, el año pasado parecía ser la sandía y este año... ¿las fresas? Ya no se qué me da alergia, empiezo a pensar que tengo alergia a la vida... una lástima, porque me gusta más aún que el melón.
No escribo para quejarme (aunque sea lo que más me apetece) escribo porque no puedo llegar a entender que en la era tecnológica en la que vivimos no exista un tratamiento contra la alergia que sea eficaz. A ver, en qué cabeza cabe que podamos eliminar el vello para toda la vida gracias a un láser, que existan los injertos de pelo con resultados espectaculares - véase Bono - y no exista una pastilla/ inyección que con una sola dosis te elimine picores, rinitis alérgica y asma de una sola vez.
Obviamente existen las vacunas pero, a parte de las 1001 reacciones que pueden dar (yo ya he vivido varias), debes estar años con ella para que se note sus efectos. No lo entiendo, ¿o sí?
Hace unas semanas estuve hablando con un amigo que utiliza un coche eléctrico en su empresa. Me comentaba que la tecnología está totalmente desarrollada y que, además de los coches de baterías que basan su uso en la red, existen choches con generadores de gasolina, que transforman la energía en electricidad. La única razón para que no los comercialicen es la presión que ejerce la industria del petróleo.
Pensando en esto... ¿es posible que la industria farmacéutica tenga una cura más efectiva para las alergias y no la quiera desarrollar? La verdad es que si yo me curara de forma instantánea, me ahorraría como mínimo 200 € al año en medicamentos. Imagino que las empresas farmacéuticas no quieren perder estos ingresos de repente pero, dónde quedaría en este supuesto la ética de estas empresas, ¿al mismo nivel que la ética de las empresas petroleras?
Como digo, todo esto es una hipótesis, pero me gustaría poder comprobar en algún momento que es mentira.


sábado, 19 de mayo de 2012

Por qué Google creó Google+

El trabajo para la clase de esta semana era pensar por qué Google creó Google+. Creo que el primer paso que dimos la gran mayoría de los miembros de la clase fue darnos de alta en la red social de marras. Primera impresión: buena, incluso muy buena, tiene pinta de poder hacer cosas muy interesantes como diferenciar qué información quiero que lean mis contactos dependiendo del círculo al que pertenezcan... interesante. Segunda impresión: ¿y para que quiero eso si todos mis contactos están en Facebook y no hay ninguno aquí?, - a excepción de mis compañeros de clase, por supuesto-.
La siguiente vez que me conecté la misma web me recomendó un montón de contactos, todos compañeros de clase, de nuevo, puesto que son los contactos que tengo en la cuenta de gmail. Y tras esto me recomendó un montón de "perfiles" a seguir... no me interesó ni uno. Le di una última oportunidad, buscando a aquella gente a la que sigo en Facebook o Twitter pero no conozco: vamos gente famosa y gurús de belleza en youtube y, encontré una, Isasaweis. Ella es una chica muy activa en las redes sociales, se hizo famosa por su canal en youtube y desde hace tiempo es más común saber de ella por Twitter o Facebook (donde escribe cada día varias veces) que por su propio blog. Como digo ella si está presente en Google+, bueno, está presente su fantasma porque desde el día que se dio de alta en noviembre de 2011, no ha vuelto a publicar nada, ¿y qué sentido tendría? Ninguno, si no hay nadie que te lea.
Es obvio que Google+ es un fracaso pero, ¿no lo sabían antes de crearlo? Creo que sí que, puede que no sabían en qué medida, pero es obvio que en Google debían saber que Google+ no superaría a Facebook. En mi opinión, Google+ se creó principalmente para sacar de escena a su predecesora, Google Buzz, que fue objeto de varias demandas por problemas con la gestión de la privacidad. Una vez alejada del panorama Google Buzz, Google+ ha limpiado el nombre de las redes sociales asociadas a Google, pues la mayoría de las opiniones sobre el funcionamiento de la red son buenas, a pesar de la frustración por falta de movimiento.
La ventaja que podría tener Google+ sobre Facebook radica en los círculos, pudiendo separar, por ejemplo, contacto profesionales y personales. De este modo Google+ podría reunir las entradas de redes sociales como Linkedin y Facebook en una misma página, pero ¿en realidad se ahorra tiempo? Poco, porque generalmente, las publicaciones en el muro de Facebook no son las mismas que pondrías en Linkedin y, Google+ no permite colgar tanta información profesional en el perfil como lo hace Linkedin. Lástima, porque podría haber sido una ventaja competitiva.
En conclusión, creo que Google+ se lanzó para limpiar la imagen de Google tras el fiasco de Google Buzz y si, de paso, podían competir en alguna medida con Facebook, eso que se llevaban de más.

viernes, 4 de mayo de 2012

Disrupción tecnológica en la música

Hace ya bastante tiempo oí - o leí en Twitter -  a Alex de la Iglesia @alexdelaiglesia decir que la industria del cine estaba destinada a adaptarse a internet o desaparecería. La verdad es que no le presté mucha atención, pero esta semana dándole vueltas al tema de la música me he dado cuenta que para mi la música ha desaparecido, o tal vez sería más correcto que yo he desaparecido para la música.
Para empezar tengo que decir que nunca he tenido mucha vista a la hora de mis elecciones con respecto a al música. El primer disco que me compré, con la paga que había ahorrado durante un año, fue el de Milli Vanilli. Empecé con mal pie... Tardé unos cuantos años en volver a comprar algún disco, entre otras cosas por lo incómodo de los vinilos, pero los CDs llegaron justo con mi adolescencia, por lo que como toda quinceañera que se precie, me gasté el dinero que no tenía en ellos. El interés me duró poco, ni siquiera llegue a la época del top manta, supongo que existía pero no era tan generalizado. La última gran inversión fue un minidisc, seguía con mi ojo crítico para elegir en aspectos relacionados con la música...
No se si fue la educación en un colegio religioso y el eterno sentimiento de culpa que te inculcan en estos sitios o a la obsesión de mi padre por la vergüenza que sufriría si a sus hijas les cogieran robando, pero el caso es que desde que se asoció la palabra "robo" a los derechos de autor violados por el intercambio de música, he sido incapaz de ver las cosas con perspectiva.
He tenido varias discusiones con mi pareja acerca de la legalidad o no de bajarse películas y música de internet, pero nunca he tomado una postura valiente. A nivel personal, la primera y la última descarga de música que hice se remonta a los tiempos de universidad, el siglo pasado... Todos mis amigos habían dejado de comprarse CDs y ya nadie me dejaba música, así que opté por intentar bajar música con Audiogalaxy. Dos días después, lo cerraron. La verdad es que en aquella época en la que mi única conexión a internet era un módem a la línea telefónica, el cierre casi fue un descanso.
No volví a pensar más en el tema. No lo he hecho hasta ahora. Cuando ha habido algo de música realmente quería tener se la he pedido a mi novio (por eso de ojos que no ven, corazón que no sienten). Sencillamente ahora me limito a escuchar la radio. Creo que en mi iPod no entra música nueva desde que pasé todos mis CDs al ordenador, por cierto, que tarea más pesada...
El pasado mes de Marzo comencé a ir a clases de spinning y me di cuenta que la música que nos ponían era de los años 80 y principios de los 90, no es de extrañar puesto que las clases son en el polideportivo municipal y deben ser muy cuidadosos con las normativas y que muy poca gente tiene música "legal" de después de esa época. Aún así, creo que si un miembro de la SGAE para por allí, alguna multa se le ocurriría.
Esta Semana Santa recapacité y decidí que no podía seguir conviritiéndome en mi padre y que empezaría a escuchar música y no sólo la radio. Mi plan era investigar grupos en youtube y pagar en itunes por lo que realmente me gustara... menos mal que no soy muy rápida en mis acciones. La semana pasada leí un artículo en The Economist en el que se decía, de pasada, que la licencia de la música descargada vía iTunes puede ser revocada después de la muerte del titular.
Sinceramente, ya estoy cansada, he pagado cientos de euros por el maldito canon digital cuando lo único que yo almaceno son mis fotos y mis trabajos. Es curioso, el gobierno decidió que todo el que comprara uno dispositivo de almacenamiento iba a cometer una infracción, ¿os imagináis que al entrar al supermercado os dijeran "debes abonar 2 € por entrar porque asumimos que la mayoría de los clientes roban"? Y ahora resulta que ni pagando la música puede ser realmente mía porque no puedo hacer con ella lo que quiera, como dejarla en herencia a nadie.
Soy sincera, creo que seguiré desenchufada de la música por ahora porque mis reticencias hacia "lo ilegal" son muchas, pero seguiré sin pagar por música también. Ahora bien, ¿es eso lo que quieren? ¿Se dividirá la sociedad entre los que descargan música al margen de la legalidad y los que simplemente no escuchan música? Creo que la segunda opción es aún peor que la primera...

¿Por qué en el último minuto?

Pues obviamente porque el blog ha sido creado en el último minuto antes de la segunda clase de Managing IT & Innovation. Pero la realidad es que es algo que he aprendido en lo poco que llevamos de máster: siempre espero al último minuto. También he aprendido a no criticarme a mi misma por ello, cumplo las deadlines, no quiere decir que trabaje menos o esté menos interesada -aunque sé que, a veces, puede dar esa impresión- sino que en mi interior siempre creo que en el último momento puede aparecer la mejor idea ¡y a veces pasa!Además de la razón evidente, esta frase también me define porque en el último minuto de mi vida es probable que haya pasado por casi todos los estados de ánimo, haya empezado varias tareas a la vez y se me hayan ocurrido un par de ideas para un problema que antes no conocía que existía. Mis mejores amigas dicen que soy hiperactiva; es un calificativo un poco extraño para una persona que duerme de media 10 horas (o las dormiría si tuviera tiempo), pero sí que creo que soy una especie de hiperactiva mental. No es que este continuamente teniendo grandes ideas, pero la mayoría de los días me digo a mi misma un par de veces: "¿cómo he acabado pensando en esto?".
La última razón para "en el último minuto" es esa dosis de adrenalina que se tiene en el cuerpo en el último momento antes de que ocurra algo: un examen, una presentación, una cita o una reunión de amigos a los que hace mucho tiempo que no ves. Esa adrelania es la que me da vida (y la que me la quita).
Está claro "me va la marcha" y "me pone" la incertidumbre en el último minuto.